El municipio se está consumiendo “a fuego lento”

"Hoy es el décimo día de este incendio, el décimo día. ¿Cómo puede un país tan pequeño (...) permitir que sigamos ardiendo durante diez días?", preguntó Alexandre Favaios este lunes por la tarde, después de que el incendio en Alvão, que había entrado en fase de contención, se reavivara.
En Outeiro, la localidad donde impactó el frente reactivado, Alexandre Favaios afirmó: «El día de hoy demuestra que teníamos razón. De hecho, llevábamos mucho tiempo escuchando que la situación estaba bajo control».
Es hora de que la ANEPC, la Coordinación Nacional, diga algo. Es hora de escuchar al ministro, quien le dijo al país que todos estábamos preparados y que los recursos eran suficientes, pero hoy nos damos cuenta de que, después de todo, no fue así. Es hora de que el Primer Ministro diga algo a esta población, que aún se está recuperando de la conmoción que estamos viviendo.
Sobre el terreno, según Alexandre Favaios, los operadores están haciendo un “excelente trabajo”, pero recordó que durante la madrugada de anoche el incendio entró en fase de resolución y, sin embargo, “la resolución que se verifica es esta”.
"¿Qué salió mal? Alguien tiene que decirle a nuestra gente que no tenemos la experiencia para combatir este incendio; todo lo que se le ha solicitado al municipio está disponible. Nos hemos comprometido claramente con todo lo posible para resolver esta situación. Desafortunadamente, lo que vemos, y lo reitero, es que nos están quemando lentamente", declaró el alcalde.
Al ser preguntado sobre si faltan recursos sobre el terreno, el alcalde respondió: "No hace falta ser experto en extinción de incendios para entender que los recursos sobre el terreno son claramente insuficientes".
Y al ser preguntado si hay un problema con la coordinación de recursos, dijo que es un tema sobre el que, en este momento, no hará ningún comentario.
"Lo que estamos entendiendo es que los hombres están en el terreno, los operativos han hecho lo mejor que pudieron, alguien tiene que decir realmente qué salió mal", enfatizó.
La noche siguiente también será de “mucho trabajo”, destacando que la prioridad “son las casas y las vidas de las personas”.
El domingo, el fuego alcanzó tres segundas residencias y algunas casas abandonadas, además de almacenes y dependencias, pero, según Alexandre Favaios, “el pulmón del municipio se está muriendo”.
“El impacto que quedará en nuestro territorio seguramente durará muchas, muchas, muchas décadas”, enfatizó.
La evaluación de los daños y la zona quemada se completará una vez controlado el incendio. Hasta el miércoles, aproximadamente 3.000 viviendas se habían quemado en Vila Real y Mondim de Basto.
"Ahora mismo, la prioridad es seguir haciendo esto: ayudar, apelar, insistir, quejarnos, porque esa también es nuestra obligación ahora mismo. También debemos decirles a quienes tienen el poder de poner fin a esta situación de manera efectiva que lo hagan. Deben asumir su responsabilidad, estar en el terreno y comprender lo que estas personas están viviendo", enfatizó.
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